domingo, 18 de abril de 2010

Por los derechos de los trabajadores del INAH

Por los derechos de los trabajadores del INAH

Por Norma Páez

En los primeros meses del 2008 dio inicio el proyecto de basificación, el cual tiene como propósito basificar al personal de apoyo a confianza, sueldos compactados y por obra y tiempo determinado; los “trabajadores temporales” en muchos aspectos tienen a su cargo actividades de base y que contribuyen al desarrollo cultural de una figura tan importante como es el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Este proyecto fue impulsado por el Comité Ejecutivo D III 24 y la organización Nacional ATM del INAH. Con el apoyo y la experiencia de los trabajadores de base el personal que trabajamos en estas condiciones decidimos emprender la lucha. Iniciamos aproximadamente 900 personas de las cuales hasta el día de hoy continuamos en la marcha menos de la mitad. Sin embargo, conscientes y seguros de que como trabajadores respondemos a las actividades necesarias para el INAH y contribuimos en el desarrollo de esta institución creada “para garantizar la investigación, conservación, protección y difusión del patrimonio prehistórico, arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de México” buscamos seguridad laboral y los derechos que como trabajadores adquirimos al cumplir con nuestras obligaciones.
Como trabajadores y compañeros del Instituto Nacional de Antropológica e Historia hemos logrado organizarnos; las diferencias no han sido obstáculo para dar los pasos necesarios y participar en este proyecto de basificación; los trabajadores del INAH, bajo este régimen NO gozamos de seguridad laboral y social. Pero no, no es el único objetivo que perseguimos; el otro, es fortalecer al Instituto Nacional de Antropología e Historia con trabajadores que gocen de seguridad laboral, los cuales han contribuido al desempeño de las funciones que le fueron asignadas. El conocimiento es poder y el poder lo debe tener el pueblo; por eso es importante respaldar y fortalecer a la figura que resguarda y protege la memoria histórica de nuestro país.

Cabe decir que, la organización implicó la formación de cuatro comisiones: la Jurídica, la de Finanzas, la de Relación de expedientes, y por último, la de Captura; el papel que han desempeñado tiene gran mérito en las funciones que asumieron. Se ha construido una relación de confianza en este proceso, la seguridad de ser un colectivo fuerte nos proporciona las herramientas para defender nuestros derechos laborales. En tanto marchemos juntos los logros cada vez serán más visibles.

A contracorriente. Vamos a contracorriente en materia de seguridad laboral, nadamos en un contexto dónde los propósitos gubernamentales son CONTRARIOS; propósitos que se evidencian en la iniciativa de reforma laboral presentada por el grupo parlamentario del PAN ante el pleno y que los medios impresos dieron a conocer en el mes de marzo. La modalidad que se propone en esta iniciativa pretende legislar lo que ya vivimos, inseguridad laboral, además de acabar con la representación colectiva. Por estos motivos hacemos una llamado a la ciudadanía para que luchemos por nuestros derechos laborales, y que en este movimiento, su apoyo y nuestras voces se hagan valer. Este movimiento es un ejemplo de nuestra capacidad organizativa a pesar de nuestras diferencias; trabajamos con respeto, tolerancia y colaboración.El proceso es largo, pero no desistiremos, lucharemos hermanados y fraternalmente por nuestros derechos laborales. No a la iniciativa laboral, SI a una vida digna y sin violencia.

npaezgalicia@yahoo.com.mx

jueves, 8 de abril de 2010

Y sigue el numerito…

Desde que Felipe Calderón decidió ocupar al ejército en tareas que no les son propias, las denuncias contra los miembros de esta institución no han dejado de presentarse. La última acción violatoria de los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas y documentada por la presa fue apenas el lunes 5 de abril, cuando elementos castrenses dispararon contra una camioneta en la que viajaban dos familias con sus hijos pequeños. El saldo fue de dos niños muertos y los padres heridos. Según un reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en los últimos 5 años las quejas contra elementos del ejército por violación a los derechos humanos han aumentado en un 500 por ciento. Los pros y contras de tener al ejército haciendo actividades de policía se han escrito en muchos medios. La necedad del gobierno federal se ha impuesto. Y los hechos los tenemos a la vista. ¿No será mejor que se busquen otras soluciones para enfrentar al problema del narcotráfico? ¿Es necesaria y/o suficiente una estrategia como la actual? Podemos decir que ya es hora de que nos tomen en cuenta a los ciudadanos comunes y corrientes. Pero el problema es que tampoco hacemos nada para que se nos tome en cuenta. La capital del país todavía se ha salvado de situaciones como las que se viven en la frontera o en Guerrero o en Sinaloa o en Michoacán. La geografía delictiva se está desplazando del norte y el sur al centro de la república. Lo que viven los ciudadanos en Reynosa, Ciudad Juárez, Nuevo León o las tantas ciudades que se ven afectadas por la guerra entre el narco, las bandas de sicarios y el ejército federal es posible que no tarde en llegar al Distrito Federal. Si en nuestras manos estuviera la posibilidad de actuar, ¿qué haríamos?

Héctor García Montiel
hegarmon@yahoo.com
08/04/2010